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domingo, 28 de enero de 2018

Cómo tener citas fantásticas … en casa

4 formas divertidas de crear un rato especial con tu cónyuge sin tener que ir a ningún sitio

Entre las exigencias de la escuela, los niños, el trabajo y la colada, es siempre un desafío hacer tiempo para conectar con tu marido o tu esposa, pero, ¿y si este año pusierais las citas nocturnas en lo más alto de vuestra lista de tareas?
Sé lo que estáis pensando, porque yo también lo pienso: hace demasiado frío; es muy caro pagar un cuidador para los niños y además una cena en un restaurante elegante; me quedaré dormido en el cine… Y así de fácil, el tiempo para la pareja vuelve a caer al final de la lista. ¿Qué puede hacer entonces una pareja desesperada por una noche especial?
¡Hay que pensar con creatividad! No permitáis que la falta de niñera, un presupuesto ajustado o un horario apretado (o cualquier otro obstáculo) pongan fin a que paséis tiempo con vuestro cónyuge. ¿Por qué? Porque tener una cita en casa puede ser igual de agradable.
Antes de daros algunas ideas para mantener el romance sin tener que salir de casa, creo que es importante prestar atención a unos pocos detalles y también preparar el escenario. Aquí tenéis algunas orientaciones generales que os ayudarán a hacer que sea una noche especial de cita y no cualquier otra noche en la que ambos caéis rendidos en el sofá:
  • Despejad la casa de juguetes.
  • Poned un mantel limpio.
  • Poneos ropa limpia y cepillaos los dientes.
  • Aseguraos de que los niños duermen o al menos se quedan en la cama durante la noche.
La palabra clave para que funcione es intención. Incluso los gestos más pequeños pueden contribuir para crear la sensación de que esta noche no es como otra cualquiera, sino una dedicada especialmente a un rato exclusivo de pareja. Siempre tened en mente las tres erres de la noche de citas: relajación, reconexión y romance.
Y aquí vienen algunas ideas:

Leeos mutuamente

Para muchas personas, leerle a la pareja quizás suene algo cursi. Creedme, lo entiendo, yo misma me avergüenzo un poco cuando alguien escribe una publicación en las redes sociales sobre hacer este tipo de cosas. Pero hacedme caso. Es fantástico, y en realidad bastante elegante, que te lean un capítulo de una novela fascinante mientras tú te relajas en tu sillón favorito, quizás dando sorbitos a algún cóctel (¡con estilo!).
Incluso si la literatura no es lo vuestro, quizás a los dos os interese algún reportaje de revista  que no habéis tenido tiempo de leer. O tal vez un artículo de opinión de vuestro columnista preferido. ¿O un artículo de viajes sobre un lugar en el que lo habéis pasado bien juntos u otro lugar que os apetece visitar más adelante?
La cuestión es que, durante el día, mientras cuidáis de los niños o trabajáis o las dos cosas, es imposible leer algo en voz alta o escucharlo sin algún tipo de interrupción. Y puede ser una manera maravillosa de conversar sobre otra cosa que no sean niños, facturas y horarios.
Al mimaros con este pasatiempo a la antigua usanza, estáis destacando intencionadamente esas horas como tiempo de adultos, que es lo que se supone tiene que ser una noche de cita.

Cocinad juntos

Habéis mandado a los niños a dormir y ahora la cocina es toda vuestra. ¿Por qué no probar una nueva receta juntos solamente para vuestro disfrute?
Incluso  si tenéis hijos mayores o preferís cenar siempre en familia, nada os impide prepararos un postrecito exclusivamente para dos.  Mirad algún vídeo de YouTube  sobre cortes decorativos de frutas o verduras y probad a hacer una rosa con un rábano, por ejemplo. ¡Explorad el mundo de las infusiones y los tés! La clave está en llevar algo de diversión a un ámbito tan cotidiano como es la cocina y hacerlo juntos, como una forma de recreación, sin hijos, familia política ni invitados a los que agradar.
Y si lleváis mucho tiempo de casados, quizás cocinar para dos os recuerde aquellos primeros años austeros como pareja durante los cuales cocinar en casa era la única cita que os podíais permitir. ¡La nostalgia y el romance son grandes amigos!

Jugad

Es probable que los dos juguéis con los niños constantemente (o al menos fingís que jugáis mientras miráis el móvil o hacéis la lista de la compra), pero ¿cuándo fue la última vez que tu pareja y tú jugasteis juntos?
Sacad los juegos de mesa y poneros al lío o aprended algún juego de cartas que sea nuevo para los dos. Jugar es divertido y los detalles y las normas absorben todos vuestros pensamientos, de forma que no os podéis preocupar por otra cosa, ni por la cena del próximo día ni por los minutos que le quedan a la lavadora ni el trabajo de ciencias que la pequeña tiene que entregar la semana que viene.

Haced una lista de sueños

Me encanta hacer listas y lluvias de ideas, así que esta propuesta es una de mis favoritas. Además, se adapta muy bien a diferentes estados de ánimo y personalidades. Podéis hacerlo juntos en voz alta o de forma separada o combinando las listas, en el ordenador o en un cuaderno a mano.
El comienzo de un nuevo año, tan lleno de esperanza y expectación, es especialmente propicio para esta fantasiosa lista de ideas. Quizás también descubráis cosas nuevas sobre vuestro cónyuge en el proceso.
***
Somos arrastrados en tantísimas direcciones diferentes que es fácil olvidar que vivimos esta vida juntos con nuestro cónyuge. Podemos marcar una enorme diferencia si designamos un breve tiempo para conectar mutuamente. Así que, marcad una noche de citas en el calendario y luego buscad y preparad lo que necesitéis para hacer que sea especial.
En definitiva, encontrar tiempo para, sencillamente, sentarse y charlar, o tener pequeños gestos, como caminar de la mano (¿cuándo fue la última vez que lo hicisteis?), es todo lo que hace falta para hacer que una noche sea una cita.
 Leigh Fitzpatrick Snead, aleteia



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