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viernes, 23 de diciembre de 2016

Hombres, eviten estos errores si no quieren arruinar su matrimonio

Desde la lucha contra la dependencia a la pornografía hasta las incertidumbres sobre sí mismos   

Hombres, eviten estos errores si no quieren arruinar su matrimonio


GELSOMINO DEL GUERCIO, aleteia
Existen muchos motivos que ponen en crisis una relación matrimonial. En Uomini che imparano ad amare – Edizioni San Paolo (Hombres que aprenden a amar, aún no publicado en español), Antonello Vanni explica la crisis matrimonial desde un punto de vista masculino. Indicando algunos errores que se cometen en la cotidianidad.

1. Dudas sobre los momentos felices
¿Cuáles son realmente los momentos en que te sientes feliz con tu esposa, aquellos en que te sientes satisfecho de tu relación y sobre todo motivado, gracias a vuestra relación, en todas las cosas que haces en tu vida? Un error que se comete a menudo es el de no hacer un examen de conciencia, hacerse preguntas como estas: sólo así se clarifica qué no funciona y qué se puede mejorar.

2. Después de la pelea
La próxima vez que te pelees o tengas una discusión particularmente encendida con tu mujer, aléjate un momento y tras haber tomado un respiro pregúntate: “Pero ¿qué quiero realmente de esta persona que es mi esposa? En realidad, en el fondo de mi corazón, ¿qué le estoy pidiendo en este momento? ¿Por qué siento rabia, resentimiento y tensión: qué deseo de ella?”.

3. Actuar con más responsabilidad
Nos toca a nosotros hombres cambiar nuestra manera de ser, de ver las relaciones, de vivir y cultivar el matrimonio. Comenzar cambiándonos a nosotros mismos, pensar y actuar con responsabilidad, para hacer que nuestro matrimonio sea feliz.

Rabia, resentimiento, humillación, ofensa, frustración, tristeza, sentido del abandono, soledad, miedo… son sólo algunos sentimientos que se pueden sentir. Tenemos que reconocer y controlar con más claridad las emociones que sentimos, y los comportamientos destructivos provocados por estas emociones: de este modo podemos darle a nuestro matrimonio la posibilidad de crecer más (si ya somos felices) o curar los males que lo afligen (si, como sucede con muchas parejas, nos sentimos en crisis desde hace tiempo).

4. La prioridad no es el éxito personal
Él, enganchado a su vida de estrella de rock, entre dinero y carrera, siempre lejos de casa en busca del éxito tras haberse puesto en las manos ávidas de su manager, se olvidó de los afectos y de la vida familiar provocando la lejanía de la mujer que lo amaba.

Si no estamos cuando la mujer que nos ama necesita de nosotros, corremos el riesgo de perderla.

5. No la ignores
Están cenando, pero tú comes rápidamente y acabas antes. Ella te está contando su pesado día (cuando llevó a los niños a la escuela, los problemas con los colegas, las tareas domésticas…). A decir verdad, también tú has tenido un día pesado, de un lado para el otro, ella te cuenta siempre las mismas cosas aburridas. Por ello decides levantarte de la mesa y sentarte en el sofá, frente a la televisión. Ponte en el lugar de tu esposa.

Estás en Internet, tu mujer vuelve a casa y empieza a contarte lo que quiere preparar para cenar. Tú sigues haciendo lo que estás haciendo…

Tu mujer te cuenta un proyecto que tiene en mente: quiere participar en una conferencia sobre la correcta alimentación del perro, porque tienen uno. A ti no te interesa el tema, la acompañas con el coche y luego te vas a pasear al bar y le dices que la verás más tarde.

Como ves son situaciones banales, aparentemente insignificantes. Y, sin embargo, es en las pequeñas cosas que debemos aprender a amar más, a estar con atención.

6. Sanar las viejas heridas
Otro obstáculo importante para la felicidad en el matrimonio, del que nosotros hombres somos conscientes, es el dolor causado por las pequeñas heridas que se hacen el hombre y la mujer día tras día.

¿Qué hacer? Es importante sobre todo entender qué heridas están dentro de nosotros, cuándo y por qué se activan o reactivan.

Reconocer las viejas cicatrices es el primer paso importante, el segundo es encontrar la manera de curarlas recurriendo, si es necesario, a una ayuda externa (un psicólogo, una guía espiritual, un sacerdote atento y capaz de escuchar).

7. La sombra de la porno-dependencia
¿Qué significa “anorexia sexual” por parte del hombre en una relación matrimonial? La dependencia a la pornografía online que impide la madurez de una sexualidad vinculada a la afectividad y crea una especie de adicción también a las imágenes más humillantes y violentas.

Parece extraño pero, en la época en la que creemos haber alcanzado el máximo de libertad personal, somos más esclavos respecto al pasado. Nunca como hoy, nos hemos vuelto esclavos de todo tipo de dependencias, de las cuales hay quien se beneficia a costa de nuestra salud y serenidad: sustancias psicoactivas, juego compulsivo, sexo online, Internet y redes sociales… nos tienen encadenados, intoxicándonos a nosotros y la relación que amamos, privándonos de una vida más plena y constructiva.


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