Rescatar la Misa Dominical para los niños

 Una consulta 
¿Qué les parece si publicamos periódicamente unas historietas que ilustran cada una a los niños un determinado aspecto de la Santa Misa?  Y así los niños asimilan la celebración eucarística. De paso también los adultos mejoran sus ideas que tienen al respecto. Uno no puede amar lo que no conoce ¿verdad?

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¿Por qué se lo proponemos? Es importante que sean los padres de familia que transmitan estas vivencias a los niños para que pueden disfrutar de la Santa Misa. Lean el n° 61 de la Exhortación Apostólica  de San Juan Pablo II sobre la Familia (Familiaris consortio):

"Hay una relación profunda y vital entre la oración de la Iglesia y la de cada uno de los fieles, como ha confirmado claramente el Concilio Vaticano II. Una finalidad importante de la plegaria de la Iglesia doméstica es la de constituir para los hijos la introducción natural a la oración litúrgica propia de toda la Iglesia, en el sentido de preparar a ella y de extenderla al ámbito de la vida personal, familiar y social. De aquí deriva la necesidad de una progresiva participación de todos los miembros de la familia cristiana en la Eucaristía, sobre todo los domingos y días festivos, y en los otros sacramentos, de modo particular en los de la iniciación cristiana de los hijos. Las directrices conciliares han abierto una nueva posibilidad a la familia cristiana, que ha sido colocada entre los grupos a los que se recomienda la celebración comunitaria del Oficio divino. Pondrán asimismo cuidado las familias cristianas en celebrar, incluso en casa y de manera adecuada a sus miembros, los tiempos y festividades del año litúrgico".

Si es posible, sólo lleven a Misa a los niños que tienen la edad para hacer la primera comunión. Los más pequeños se aburren y al crecer se quedan con esta impresión. En cambio, si piden insistentemente poder participar porque lo desean ardientemente se les lleva con la condición que observen cierto comportamiento. Si fallan, se le deja uno o dos domingos en casa con la abuela. 

Quisiéramos  compartir una experiencia muy dolorosa: Sustituí durante unos meses al párroco de cierta parroquia. En la Misa dominical a las 10 a.m. el templo estaba repleto de niños porque había 4 o 5 grupos de niños que se preparaban a vivir su primera comunión. ¡Cómo cantaban y cómo participaban!

Llegó el día de la primera comunión y fue una fiesta extraordinaria, apoteósica.

El siguiente domingo de los más de 180 niños que habían hecho la primera comunión solamente estaban presentes 14 o 15.

¿Qué pasó? Ciertamente sus padres tendrán una gran parte de responsabilidad de lo que pasó. Con todo, no se les ha preparado a los niños a vivir su fe con valentía. 

 Nos consta que hay familias que vienen a Misa los domingos porque su hijo/a luego de la primera comunión suplica cada semana a sus padres: "¡Porfa, porfa,  vamos a Misa el domingo!"

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