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jueves, 1 de octubre de 2015

6 consejos imperdibles del Papa Francisco a las familias durante su viaje a los EEUU


Luisa Restrepo, Catholic-Link
La visita del Papa Francisco a los EEUU concluyó hace unos días en Filadelfia donde participó del Encuentro Mundial de las Familias. Durante su visita el Papa dejó bastante clara la postura de la Iglesia con respecto al matrimonio como institución, mencionando su importancia en muchos de sus discursos, homilías y en la rueda de prensa en el vuelo de regreso a Roma (recomiendo leerla para que les quede claro todo este tema del “divorcio católico” tan hablado este último tiempo) Les dejo una pista 😉 “(…) el matrimonio es indisoluble cuando es sacramento, y esto la Iglesia no lo puede cambiar, es doctrina, es un sacramento indisoluble”.
El tema de la familia está en la boca de todos y hay muchísimas expectativas con respecto a él, en vistas al sínodo de la familia que se llevará a cabo en octubre. Queremos adelantarnos un poco a esta importante reunión haciéndoles un resumen de las citas más importantes mencionadas por el Papa en Filadelfia.
¡Recemos mucho por el próximo sínodo de las Familias!



1. Dios llama a las puertas de la familia

“Dios siempre llama a las puertas de los corazones, le gusta hacerlo, le sale de adentro, pero ¿saben qué es lo que más le gusta?, llamar a las puertas de la familia y encontrar la familias unidas, encontrar las familias que se quieren, encontrar las familias que hacen crecer a sus hijos y los educan y los llevan adelante y que crean una sociedad de verdad, de bondad y de belleza”.

2. La familia tiene carta de ciudadanía divina

“Estamos en la fiesta de la familia. La familia tiene carta de ciudadanía divina, ¿está claro? La carta de ciudadanía que tiene la familia se la dio Dios, para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y la belleza. Claro, alguno de ustedes me puede decir, padre, usted habla así porque es soltero. En las familias hay dificultades, en las familias discutimos, en las familias a veces vuelan los platos, en las familias los hijos traen dolores de cabeza. no voy a hablar de la suegra, pero en las familias siempre, siempre, hay cruz. Siempre. Porque el amor de Dios, el Hijo de Dios nos abrió también ese camino”.

3. Los niños y los abuelos: Dos puntos de la familia en los que debemos tener un especial cuidado

“Los niños y los jóvenes son el futuro, la fuerza, los que llevan adelante, son aquellos en los que ponemos esperanza. Los abuelos son la memoria de la familia, son los que nos dieron la fe, nos transmitieron la fe. Cuidar a los abuelos y cuidar a los niños es la muestra de amor, no sé si más grande pero yo diría más promisoria de la familia, porque promete el futuro. Un pueblo que no sabe cuidar a los niños y un pueblo que no sabe cuidar a los abuelos es un pueblo sin futuro, porque no tiene la fuerza y no tiene la memoria que lo lleve adelante”.

4. Como la felicidad, la santidad está siempre ligada a los pequeños gestos.

© cssr.com
“El que les dé a beber un vaso de agua en mi nombre –dice Jesús– pequeño gesto, no se quedará sin recompensa» (Mc 9,41). Son gestos mínimos que uno aprende en el hogar; gestos de familia que se pierden en el anonimato de la cotidianidad pero que hacen diferente cada jornada. Son gestos de madre, de abuela, de padre, de abuelo, de hijo, de hermanos. Son gestos de ternura, de cariño, de compasión. Son gestos del plato caliente de quien espera a cenar, del desayuno temprano del que sabe acompañar a madrugar. Son gestos de hogar. Es la bendición antes de dormir y el abrazo al regresar de una larga jornada de trabajo. El amor se manifiesta en pequeñas cosas, en la atención mínima a lo cotidiano que hace que la vida siempre tenga sabor a hogar. La fe crece con la práctica y es plasmada por el amor. Por eso, nuestras familias, nuestros hogares, son verdaderas Iglesias domésticas. Es el lugar propio donde la fe se hace vida y la vida crece en la fe.(…) ¿Cómo estamos trabajando para vivir esta lógica en nuestros hogares, en nuestras sociedades?”.

5. Abrirse desde el hogar a los milagros de amor

“Ojalá todos fuéramos profetas. Ojalá cada uno de nosotros se abriera a los milagros del amor para el bien de su propia familia y de todas las familias del mundo, y estoy hablando de milagro de amor, y de esa manera poder así superar el escándalo de un amor mezquino y desconfiado, encerrado en sí mismo e impaciente con los demás. Les dejo como pregunta para que cada uno responda porque dije la palabra impaciente. En mi casa, ¿se grita o se habla con amor y ternura? Es una buena manera de medir nuestro amor”.

6. Que las familias sean profetas del gozo del evangelio

“Que Dios nos conceda a todos, ser profetas del gozo del Evangelio, del Evangelio de la familia, del amor de la familia. Ser profetas como discípulos del Señor y nos conceda la gracia de ser dignos de esta pureza de corazón que no se escandaliza del Evangelio”.

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