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viernes, 10 de julio de 2015

Habló el dueño del extraño crucifijo que Evo le regaló a Francisco






Bolivia: Es el sacerdote jesuita Xavier Albó. Dijo que la cruz que recibió el Papa es una réplica que se hizo en apenas tres días. Mira lo que contó.

El sacerdote jesuita Xavier Albó es el dueño de la extraña cruz con hoz y martillo, cuya réplica el presidente Evo Morales regaló al Papa Francisco el miércoles.

La cruz original, que Albó tiene en su poder, era de otro sacerdote jesuita, el español Luis Espinal, asesinado por la dictadura de Luis García Meza, en Bolivia en los 80.

Albó heredó de su amigo la cruz, que encierra una profunda historia personal y de lucha contra las régimenes que oprimieron a América latina, en los años de plomo.

La cruz que Evo regaló al papa no es un engendro ni un chiste de mal gusto, sino una réplica del crucifijo original que llevaba Espinal en la hora de su muerte, tras ser secuestrado y torturado en La Paz.


Padre Luis Espinal

El mismo Espinal diseñó la cruz. "Acopló al Cristo de sus primeros votos, con un martillo vertical y una hoz horizontal para expresar el necesario pero huidizo diálogo cristiano marxista, con los obreros y campesinos. El que lo hiciera con el Cristo de sus votos muestra cuán adentro sentía la urgencia de tal diálogo", contó Albó.

También relató que el tallado de Espinal se refería a la huelga de hambre que en enero de 1978 forzó al dictador boliviano Hugo Banzer a convocar a elecciones nacionales en julio de ese año.


"Tiene multitud de rostros, simplemente delineados, un hambriento esqueleto en el centro y, en las cuatro esquinas, en diagonal, dos cabezas de animales feroces, una flor y una estrella".

Esa cruz está en poder de Albó. "La heredé yo, yo tengo ese crucifijo y no la pienso soltar", dijo.

El jesuita contó que el canciller boliviano David Choquehuanca se comunicó con él para tener la cruz original de Espinal durante el encuentro entre Evo y Francisco, el miércoles. "La quería tener, y yo le dije que no me desprendo ni en pintura".

Entonces el gobierno boliviano decidió hacer una réplica de urgencia.

"Me mandó al famoso pintor y escultor Gastón Ugalde, quien vino a mi casa de la ciudad de El Alto para que pudiera hacer fotos y tomar datos de esta cruz para hacer una réplica que entregó Evo al Papa", relató. Tardaron tres días en  hacerla.

Ugalde, dice Albó, "tomó las medidas oportunas y en tres días elaboró la réplica. Me visitó el viernes pasado y en tres días ya había réplica. Lo más chistoso es que cuando queríamos medir la original no había un flexómetro en mi casa, así que la medimos con papel higiénico".

¿Cuánto mide? "Entre 40 y 50 centímetros y yo la tengo", cerró Albó.

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